LA INMUNOTERAPIA CURA Y TRATAMIENTO PARA EL CANCER


La inmunoterapia comienza a ganar terreno para las terapias tradicionales en la lucha contra el cáncer.



Aunque se ha utilizado contra el melanoma metastásico durante décadas, su aplicación a otros tipos de células tumorales fue hasta hace poco prácticamente inexistente. Ahora, gracias a los estudios presentados en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO), se ha demostrado que también puede ser beneficioso para pacientes con cáncer de vejiga, cervix o pulmón.


LA INMUNOTERAPIA CURA Y TRATAMIENTO PARA EL CÁNCER




Según el oncólogo Javier de Castro, Hospital Universitario La Paz-IdiPAZ, el principal problema es que las células tumorales pueden "disfrazarse" de una célula "sana", pasando inadvertida por el sistema inmunológico. Sin embargo, aunque este es un gran descubrimiento en el campo de la inmunoterapia, las drogas destinadas a eliminar este "disfraz" se encuentran todavía en las primeras etapas de la experimentación.

La mayor parte de los avances se centran en los fármacos destinados a impedir que las células tumorales bloqueen y se defiendan del ataque de los linfocitos. Uno de los casos más exitosos es el ipilimumab, una nueva droga inmunológica que ha podido reducir hasta un 25% el riesgo de recurrencia en pacientes con melanoma metastásico en estadio III. El estudio, realizado por el Instituto de Cáncer Gustave Roussy en Villejuif, Francia, muestra que los pacientes que tomaron ipilimumab tuvieron una tasa de supervivencia libre de progresión del 46,5% frente al 34,8% de los que recibieron placebo.

Además del melanoma metastásico, la inmunoterapia puede ser beneficiosa para los pacientes con vejiga, cervix o cáncer de pulmón.

En esta misma línea está la nueva inmunoterapia experimental contra el cáncer de vejiga metastásico. Un tipo de cáncer que no existió avances significativos por más de 30 años. Los resultados, aunque aún preliminares, son prometedores: el 43% de los pacientes con cáncer de vejiga metastásico -en los que ya se había probado otro tipo de tratamiento- redujeron significativamente el tamaño del tumor. El estudio se centra en un anticuerpo llamado MPDL3280A que actúa inhibiendo la proteína PD-L1, que es responsable de la incapacidad del sistema inmune para actuar en su contra.

Aunque la proteína PD-L1 sólo se ha detectado en el 30% de los tumores vesicales metastásicos, esta nueva terapia también está funcionando bien en el 11% de los pacientes que no han sido capaces de identificar esta proteína.



En el caso del cáncer de cuello uterino, los estudios están todavía en la fase inicial (sólo se ha probado en nueve pacientes). Aun así, los resultados son alentadores: el tumor completamente remitido en dos de las nueve mujeres tratadas a pesar de la metástasis generalizada.

Por su parte, el español Antoni Ribas, de la Universidad de California, ha logrado identificar biomarcadores capaces de predecir la respuesta a diferentes tratamientos. De esta manera, será posible determinar de antemano quién puede beneficiarse más de este tipo de terapia.